lunes, 29 de febrero de 2016

Usos amorosos de la postguerra española, de Carmen Martín Gaite

DATOS DEL LIBRO 
Nº de páginas: 240 págs. 
Encuadernación: Tapa blanda 
Editorial: Anagrama 
Lengua: Castellano 
ISBN: 9788433920959

SINOPSIS
La restricción y el racionamiento que Franco impuso en los primeros años de postguerra afectaron decisivamente a los usos amorosos de aquel tiempo. Tras una investigación exhaustiva que comprende consultorios sentimentales, revistas del corazón y discursos políticos, Carmen Martín Gaite ha reconstruido la historia doméstica de aquella etapa sombría. Es la historia de la faja y de Mariquita Pérez, de los pololos y de la niña topolino, de las novias eternas, de los guateques y de la salida al cine en pandilla. Educada para aparentar y no para vivir su vida, la mujer, sirvienta del hogar propio, enfocó el matrimonio como objetivo excluyente. Según sus maestros, no tenía otras misiones que enamorarse, coser la ropa del marido y darle cuantos hijos quisiera. Con ello, el hombre, víctima también, se debatía entre la decencia y lo pecaminoso, lo que condicionaba gravemente su relación de pareja. Escrita con mano maestra, esta historia agridulce y entretenidísima es una obra mayor de la literatura castellana.



OPINIÓN
En este ensayo de Carmen Martín Gaite se analiza cómo era el amor y las relaciones sentimentales tras la Guerra Civil. Abarca el periodo que va desde el final de la guerra hasta el año 1953.
Es conocido por todos que la dictadura de Franco fue una época de represión para todos los españoles y, por descontado, para las mujeres. La mujer española debía ser católica, sumisa y discreta. No tenía derecho al voto, ni a heredar a su marido en caso de que este falleciese, ni a ser vista en público con otro hombre que no fuese su esposo. En cambio, si un hombre era infiel a su mujer, en el hogar se hacía la vista gorda.
La mujer debía casarse. En caso de que no se casara, podía ser por tres motivos: se hacía monja, cosa que se veía con respeto pero, a la vez, las monjas se consideraban raras. También podía quedarse soltera, y las "solteronas" estaban muy mal vistas y se las criticaba mucho. Se consideraba que el hombre que no se casaba era porque no quería hacerlo y que la mujer que se quedaba soltera era porque no era capaz de encontrar marido. Por último, estaban las llamadas "novias eternas", que eran las chicas que habían perdido al novio en la guerra y decidían no tener otro. Eran tratadas con el mismo respeto que las viudas. 
Estaba mal visto que un hombre llegase virgen al matrimonio pero, en cambio, la mujer estaba obligada a hacerlo. Además, era deber de las chicas llevar a los novios descarriados por el buen camino.
La relación amorosa tenía sus fases. Empezaba con un intercambio de miradas al cual seguía una presentación que siempre se realizaba por medio de otra persona. Luego, el chico se convertía en el acompañante de la chica y después la invitaba a salir. Finalmente, se producía la declaración de amor (que siempre tenía que hacer el hombre). Era la chica quien, tras la declaración amorosa, decidía si quería al chico como novio o no. Es el único momento de la relación en que la mujer podía escoger. En caso de decir que sí, se pasaba al noviazgo. Si salía mal, podía romperse, pero una vez que el novio entraba en casa de la novia, raramente se producía la ruptura. Los noviazgos eran muy largos y muchas parejas se acababan aburriendo. Además, las parejas llegaban al matrimonio sin conocerse realmente. Si el novio intentaba propasarse con la chica, era deber de ella oponer resistencia. El siguiente paso era la petición de mano de la novia, que culminaba en el matrimonio. 
En las relaciones amorosas, estaba bien visto que el hombre fuese algo mayor que la mujer, pues se consideraba que estas envejecían más rápido. Sin embargo, era impensable que fuese al revés. 
Otro tema que trata Martín Gaite es la importancia del aspecto femenino de la mujer y su educación. Las mujeres siempre debían ir arregladas, pero de una forma discreta. El pelo tenían que llevarlo recogido o peinado en bucles, pues el pelo largo y suelto estaba mal visto. La educación estaba destinada a convertir a las niñas en mujeres decentes y perfectas amas de casa, madres y esposas.
Disfruté mucho con la lectura de este ensayo pues, aunque ya conocía más o menos cómo era la vida en la postguerra por otros libros, me pareció interesante profundizar en el aspecto de las relaciones sentimentales. 
A lo largo de los nueve capítulos del libro, Martín Gaite alterna su descripción de la situación de la época con fragmentos de otras publicaciones del momento en los que se hacía hincapié en cómo debían comportarse las mujeres. Esto ayuda al lector a meterse más todavía en la situación y ver hasta qué punto se reprimía a la mujer en aquellos años.
La autora es bastante objetiva, en general, a lo largo de todo el ensayo pero, quizá por conocer un poco sus ideas, me pareció entrever, de forma muy sutil, su opinión sobre el tema. No olvidemos que ella vivió parte de esos años y muchas de las cosas de las que habla en el texto. Su forma de escribir es directa y sencilla, y hace amena la lectura. 
En conclusión, nos encontramos ante un ensayo digno de tener en cuenta para todo aquel que quiera saber más sobre nuestra historia. 

14 comentarios :

  1. ¡Hola Sara!

    Realmente las mujeres lo tuvieron muy chungo con la represión franquista y a día de hoy hay partidos que se oponen a la memoria histórica (nos tienen que venir desde Argentina a levantar fosas porqué los herederos del franquismo que hoy están en el poder -como no- se niegan a hacerlo). Más que victimizar a los hombres, las que sufrieron de verdad fue nuestro género. Y a día de hoy todavía quedan escamas de aquella época en que eramos vistas como poco más que un agujero. No conocía el libro, pero sin duda, queda apuntado, que para las que estudiamos el género y además nos damos al feminismo, debe ser una lectura la mar de suculenta.

    Un besote y gracias por compartir!!! ♥

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  2. Lo tengo en casa, pero por ahora no me llama aunque no lo descarto..
    Besos

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  3. Lo tengo en casa, así que tarde o temprano caerá :)
    Un abrazo!

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  4. No suelo animarme con este tipo de libros pero desde luego bien curioso es.
    Besos.

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  5. Me gustó mucho este libro. Aprendí mucho con él y muchas conversaciones que tuve con mi madre.
    Besotes!!!

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  6. Tiene pinta de ser una lectura interesante pero ahora no me apetece algo así
    Besos

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  7. PUes creo que podría gustarme. El tema me encanta, más si cabe desde la perspectiva femenina.
    BEsotes

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  8. Interesantísimo, me lo apunto pero para conseguirlo cuanto antes. Lo peor es que me temo que de muchas de esas obligaciones morales o sociales y de esos comentarios, ideas y opiniones, por desgracia, las mujeres no nos hemos librado del todo. ¿Verdad?

    Besos

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  9. Sólo he leído un libro de esta mujer y no me quedaron ganas de repetir. Seguramente elegí el equivocado. Besos.

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  10. Lo tengo apuntado, me parece bastante interesante
    Besos!

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  11. Tengo vario libros de esta temática sin leer, así que de momento lo dejo pasar, pero gracias por tus impresiones
    Un beso

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  12. Una autora que todavía no he leído me lo apunto para cuando me decida a leer algo suyo. Un beso

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  13. Me gusta el título y los ensayos me interesan bastante, así que voy a tener en cuenta este libro. 1beso!

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  14. Si te soy sincera, buena pinta tiene, pero el tema me da muchísima pereza
    Besos

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